marzo 27, 2010

RAY BARRETTO - Irresistible 1989

Irresistible
Ray Barretto

“Irresistible” es más que el título de este álbum de Ray Barretto. Es una fuerza imprevista que lo impulsó, tentándolo a tratar algo completamente diferente a lo que estaba acostumbrado. “ Irresistible”, el cual salió al mercado en 1989, también marcaría el fin de su asociación con Fania Records.

Al momento de su aparición, el mercado de la música latina estaba inundado con lo que se ha dado a conocer como la salsa romántica, un estilo que presentaba a un cantante al frente, cantando melodías basadas en temas románticos, desarrollados con un sonido más sutil y relajado al cual le faltaba el sabor que los salseros estaban acostumbrados a escuchar durante los años 70. Lejos estaban los días del sonero, los solos y las moñas; ahora todo era sobre la voz y el mensaje de amor y deseo que se estaba comunicando. Éste era un estilo que los músicos de la era de Barretto no estaban acostumbrados ya que era el bailador quien siempre había sido su enfoque principal. Por supuesto, el tema romántico no era algo nuevo en esta música, siempre compartió el escenario con el comentario social y el doble sentido entre muchos otros temas. Sin embargo, durante este periodo, era lo único guiando el mercado.

Barretto había desarrollado una carrera sólida tomando riesgos. Siempre parecía estar en el lugar correcto al momento preciso. De hecho, la suerte lo ayudó a lanzar su carrera de grabación y comenzó esa noche aciaga cuando Charlie Parker le tocó el hombro y lo invitó a quedarse en la tarima en el Apollo Bar. Esmond Edwards quien trabajaba para Prestige Records, casualmente estaba en el público esa noche y lo invitó a grabar con Red Garland al día siguiente. Barretto no era uno que dejaba pasar una oportunidad y agarró la invitación.

Barretto aproximó el proyecto de grabación sin prejuicios. Reclutó músicos que habían estado tocando con él durante los años 80 y le asignó la tarea de arreglar siete de los ocho temas a su pianista, Ricky González. El octavo tema fue un arreglo de “Night in Tunisia” de Ángel Fernández. Este arreglo en particular fue completado años antes de esta grabación para un concierto en California donde la banda de Barretto compartiría el escenario con el legendario Dizzy Gillespie. Desconocido para los músicos envueltos, este tema sería una señal de todo un porvenir.

“Irresistible” cuenta con cinco temas en el estilo romántico, un tributo a Aguadilla, Puerto Rico, el lugar de nacimiento de los padres de Barretto, además de dos melodías instrumentales. El álbum produjo tres temas que tuvieron gran aceptación y se escucharon mucho por la radio (“Llámame”, “Aguadilla” e “Irresistible”). Una nota de interés: esta grabación fue iniciada con el antiguo solista de la banda, Ray Saba. Saba, quien estaba pasando por problemas personales en aquel tiempo, se convirtió en una distracción y fue reemplazado. Su voz sería eventualmente regrabada y reemplazada por el solista Carlos Torres, quien también terminaría la grabación. El resultado de lo que usted tiene en sus manos es una grabación que representa lo que estaba sucediendo musicalmente durante el momento en que salió al mercado. Sin embargo, este estilo en particular no fue suficiente para conquistar el apetito musical de un músico de la envergadura de Barretto. Indispuesto a comprometer su integridad musical, eventualmente dedicaría el resto de su vida artística a aquella música que primero capturó su imaginación: el jazz. No es de extrañarse que la grabación finaliza con la interpretación de la orquesta de “Night in Tunisia”.

Hacia el final de su vida, Barretto comenzó a reevaluar sus contribuciones musicales. Durante su último año estuvo contemplando la grabación de dos proyectos: una grabación de jazz al igual que una grabación latina con un sonido que nos haría recordar sus inicios con Fania y uno que lo hubiera transportado de vuelta al sello. Al final, el proyecto latino nunca hubiera tomado vuelo. En parte hubiera sido apropiado que finalizara su carrera musical con la música que ayudó a lanzarlo, pero hubiera sido magnífico escucharlo en un entorno de arreglos latinos una vez más

Canciones:
1.- Llamame.
3.- Amo la Noche
4.- Cancion Para el Niño
5.- Otra noche mas
6.- Irresistible
7.- Eras
8.- Night in Tunesia

Créditos:
Ray Barretto - Congas, Director
Ricky González - Piano, Sintetizador
Salvador Cuevas - Bajo
Carlitos Soto – Bongó
Pablo Núñez - Timbales
Jimmy Delgado - Timbales
Héctor “Bomberito” Zarzuela – Trompeta
Chris Anderson – Trompeta
Wilson Torres – Trompeta
Steve Gluzband – Trompeta
Ángel Fernández – Trompeta
Norman Hogue y Jimmy Bosch – Trombón
Pucho Matos – Tres (“Aguadilla”)

Cantante Principal – Carlos Torres

Coro - Danny Sánchez, Carlos Torres, José Soler, Felo Barrios, Adalberto Santiago, Ray Saba

Productor – Ray Barretto
Productor Ejecutivo – Jerry Masucci
Grabado en – Key Productions, Inc.
Ingeniero – Irv Greenbaum
Arreglos – Ricky González, excepto “Night In Tunisia” por Ángel Fernández
Diseño y Arte del Album Original – Drago
Fotografía del Album Original – Ed Brown


Escrito por George Rivera

Cortijo Y Su Bonche Sorongo - Que Es Lo Que El Blanco Tiene De Negro? 1968

Cuando hablamos de Rafael Cortijo Verdejo, nos referimos a un músico visionario y vanguardista. Desde sus comienzos, nunca dejó de experimentar, estableciéndose como un músico perfeccionista y rebosante de ideas. Con su legendario Combo, Cortijo desafió los estereotipos raciales de la época. Es, en definitiva, una de las figuras cumbres de la música latina.

Sorongo fue el primero de tres discos que Cortijo grabó con su “Bonche” para Morris Levy de Tico Records. El segundo fue Ahí Na’ Ma! - Put It Here. Ya alejado de Tico, Cortijo realizó una tercera producción, Pa’ Los Caceríos, para un sello fantasma que le consiguió Tite Curet Alonso.

“El Bonche” como él mismo llamó a esta agrupación, aportó nuevas ideas a la música latina. Una de las rarezas de esta producción es el comienzo del tema “Sorongo”, donde se escucha al propio compositor Tite Curet Alonso cantando “que Bonche es éste”, y el coro le contesta: "el de Cortijo/cómo lo saben/quién me lo dijo”.

De la misma manera, es significativo escuchar cantar al maestro Rafael Cortijo en este mismo tema, y la inventiva de sus soneos e interpretación. Cortijo no tenía grandes recursos vocales, pero sí la intención y la sabiduría para hacerlo.

Otra de las rarezas de esta producción es la interpretación vocal del pianista y arreglista Jorge Millet. El bolero "Sácame De Aquí" habla de aquellos matrimonios que ya no tienen solución - ante la falta de amor sincero, el desenlace es la separación. La interpretación de Millet en este tema es magistral.

Pepe Rosario, sonero de esquina, interpreta “Coje Pa’ La Cola”, tema que encabeza esta producción y es llevado con excelente afinque percusivo y con tiraera en los soneos. El boogaloo estaba de moda en esa época, y Cortijo grabó “Chinito Boogaloo”, tema en el que la interpretación vocal de Pepe imita a un chino hablando castellano. La agresividad y precisión se manifiestan en “Dominó“, de Curet Alonso.

“Boogaloo Pa’ Los Pollos” es un boogaloo más comercial de Jorge Millet, cantado a dúo por Fe Cortijo, sobrina de Rafael, contando con los soneos en español y la destreza de barrio de sonear pregones en inglés de Pepe Rosario. Para que el bailador entre en calor en la pista de baile, se incluye “Mini Falda”, tema que invita al bailador a mover el esqueleto. La bomba puertorriqueña está presente en la magnífica composición de Tite Curet titulada “Que Te Lleven Las Olas”, así como la plena “El Prestamista”. Fe Cortijo interpreta "Tiempo de Amor”, con una impactante sección de metales armonizada por Millet.

Uno de los éxitos de Sorongo fue “Que Se Pare La Bola”, un tema contagioso de mucha alegría que menciona a peloteros puertorriqueños de las grandes ligas: Peruchín Cepeda y el fallecido Roberto Clemente, ambos exaltados en el Salón de la Fama de Copertown.

Cortijo siempre contó con la colaboración de su amigo Catalino “Tite” Curet Alonso, que compuso la mayoría de canciones en esta producción y supervisó la grabación. La reedición de Sorongo es un tributo al legado musical de Rafael Cortijo Verdejo. Este fue el comienzo de Jorge Millet y el sonido exitoso que crearía posteriormente para el fenecido sonero del pueblo, Marvín Santiago. ¡Enhorabuena!


Créditos:

Rafael Cortijo – Director, Timbales, Percusión Menor
Jorge Millet – Piano
Eliezer Dávila– Bajo Acústico
Javier “Papo” Clemente – Congas
Julio “Julito” Castro – Bongó, Campana
Pedro Cabrera– Trompeta
Mario Cora – Trompeta


Cantantes – Pepe Rosario, Fe Cortijo (“Tiempo de Amor”),
Rafael Cortijo (“Sorongo”), Tite Curet Alonso (“Sorongo”),
Jorge Millet (“Sacame de Aqui”)

Coros - Pepe Rosario, Fe Cortijo, Nando Doval, Nacho Sanabria

Productor – Pancho Cristal
Director de Grabación – Jorge Millet, Tite Curet Alonso
Arreglos Musicales – Jorge Millet
Grabado en – TransRecording Studios, Puerto Rico
Ingenieros de Grabación – Johnny Blanco
Mezcla – Johnny Blanco, Tite Curet Alonso, Rafael Cortijo, Jorge Millet

Diseño de Formato Gráfico – Louise Hilton
Montaje Gráfico y Proceso Digital –
Remasterizado en – Miami Tape

RAY BARRETTO - Barretto (Cantan: Ruben Blades & Tito Gomez)

Era el año 1975. Cerca de la bancarrota y castigada por la corrupción política, la ciudad de Nueva York seguía con vida gracias a los sonidos explosivos de la música afrocaribeña. La compañía Fania Records se había establecido como una gran potencia en la industria musical, satisfaciendo a un público que adoraba el mambo y le dio a esta música el nombre de salsa. Los directores de orquesta locales se convirtieron en estrellas internacionales.

Uno de estos directores de orquesta era RAY BARRETTO, de origen puertorriqueño, nacido en Brooklyn y criado en el Bronx, que había desarrollado una reputación como un formidable conguero en el mundo del jazz, tocando con artistas como José Curbelo y Tito Puente. Pero fue a través de sus grabaciones para la Fania que Barretto alcanzó un nivel de fama que pocos podrían haber creído posible en el barrio del sur del Bronx donde creció.

"La Fania nos trataba como estrellas de rock", dijo Barretto. "El enfoque de Jerry Masucci en cuanto a la promoción de sus discos era parecido a la manera en que las grandes disqueras promovían los discos de pop y rock".

Uno de los mejores discos del conguero, Barretto muestra el talento de un joven cantante y compositor de Panamá llamado RUBEN BLADES. La orquesta había sido reconstruida, dado que una gran cantidad de músicos había abandonado a Barretto luego del lanzamiento del disco QUE VIVA LA MUSICA. El músico reaccionó formando una banda nueva y grabando el disco de jazz The Other Road.

Con el apoyo del trompetista Papy Román, Barretto produciría el triunfante LP Indestructible, reconfirmando su popularidad con los bailadores. BARRETTO es el disco que le sigue a Indestructible, pintando una imagen de Ray como un director de orquesta que podía tener swing y ser moderno al mismo tiempo.

Compuesto por Pedro Speck, el tema de apertura “Guararé” era originalmente un changüí de Guantánamo, la región al este de Cuba. Barretto le ralentó la velocidad, reteniendo el contenido humorístico y el sabor de una guaracha. El arreglo del pianista Gil López (antiguo compañero de Barretto de los días con Tito Puente) transformó a "Guararé" de una obscura canción de folklore cubano a un gran éxito salsoso. También logró que el cantante puertorriqueño Tito Gomez se convirtiera en sinónimo del son.

“Vine Pa’ Echar Candela” expresa la admiración que Barretto sentía por uno de sus ídolos, el legendario Arsenio Rodríguez, en el estilo típicamente áspero del son montuno. El arreglista Eddie Martínez proporcionó el exuberante marco que acompaña la primera aparición de Rubén Blades en el disco.

Un tema original de Blades, “Eso Es Amar” demuestra que Barretto no le tenía miedo al bolero. La rumba-son de Calixto Viera “Ban Ban Quere”, por otro lado, demuestra sus tendencias progresivas - escuchen el acompañamiento futurista durante el solo de flauta de Artie Webb.

Del cancionero de Tite Curet Alonso, “Vale Más Un Guaguancó” y “Testigo Fui” son interpretados por Blades y Gómez respectivamente. El primero habla del amor al ritmo. El segundo es una oda a Puerto Rico y su gente. El trompetista Roberto Rodriguez contribuyó el tema de charanga “El Presupuesto”, que comenta el triste hecho de que los sueldos ya no rinden como antes.

Pero la indiscutible joya del disco es el tema que cierra el disco: "Canto Abacuá" de Blades, sobre la orden secreta y religiosa de Cuba. Comienza con diálogo de percusión entre Barretto y Ray Romero que desemboca en una rumba abierta y un solo de flauta vanguardista. El tema concluye con un impactante mambo y uno de los solos de piano más célebres en la historia de la salsa, cortesía de Gil López.

1975 fue un año importante en el que la música latina demostró su crecimiento comercial, conservando su integridad e ideas progresivas. No hay mejor ejemplo de esta tendencia que el disco conocido simplemente como Barretto.

Voz Principal - Tito Gómez, Rubén Blades

Coros - Adalberto Santiago & Tito Allen

Temas:
1. Guararé
2. Vine pa'echar candela
3. Eso es amar
4. Ban ban quere
5. Vale más un guaguancó
6. Testigo fui
7. El presupuesto
8. Canto Abacua.


Ray Barreto: congas
Pappy Román: trompeta
Ite Pérez: trompeta y flugelhorn
Artie Webb: flauta
Gil López: flauta
Louie Colón: bajo
Tony Fuentes: bongó
Little Ray Romero: timbales
Rubén Blades: voz
Tito Gómez: voz
Adalberto Santiago: coro
Tito Allen: coro.

Ray Barreto
Barreto
Fania, 1975. SLP00486
Grabado en Nueva York en 1975
Producido por Ray Barreto

Escrito por Bobby Sanabria

marzo 09, 2010

ADALBERTO SANTIAGO - La Voz Sublime de La Salsa

De adolescente, Alberto Santiago Berríos ("Adalberto") quería ser actor, pero las posibilidades de lograr un espacio en la televisión puertorriqueña –recién inaugurada– eran remotas para un joven procedente del barrio Las Monjas de Hato Rey, sin recursos y sin nadie que le ofreciera una primera oportunidad. El talento, en cambio, le sobraba. Con tan sólo 16 años edad, su desempeño artístico refulgía en los escenarios musicales, destacándose como guitarrista y cantante, poseedor de una voz sublime presta a jugar con facilidad entre interpretaciones de tonos graves y agudos con el mismo agrado. También le ayudaba su porte y figura: alto, espigado, rubio, simpático y parlanchín. Su pasión por el arte la heredó de su padre, Justiniano Santiago, un trabajador agrícola del pueblo de Ciales que, según recuerda el intérprete, solía deleitarse junto a sus amigos cantando temas parranderos y tocando el cuatro. "Mi padre y sus amigos se reunían en la finca de mi casa a parrandear y hacer fiestas. Y esa inquietud por la música me viene de estar mirando lo que hacían los mayores, aunque mi papá no quería que yo estuviera cerca de la música pero mi mama… Ay, mi mamá me daba la guitarra… las madres de uno siempre", rememora. De esa manera, Adalberto Santiago, quien nació en Ciales el 23 de abril de 1937, aprendió a dar los primeros tonos en la guitarra, instrumento que más tarde lo llevaría a pasearse entre las agrupaciones locales de la época. "Aprendí mirando. Me quedaba observando el diapasón de la guitarra cuando la tocaban y así aprendí un porcentaje de lo que sé, de oído", dice. En la tierra de Juan Antonio Corretjer, el poeta nacional, Adalberto vivió hasta los siete años, momento en que su familia se trasladó a residir al sector Las Monjas de Hato Rey, justo en la calle 6, esquina avenida C. Allí, recuerda, se reunía con un amigo de la escuela que tenía sus mismas inquietudes e improvisaban grupos musicales que luego lucían en las actividades escolares, aunque le llamaba más la atención participar en obras de teatro. A sus 12 años de edad armó su primer trío romántico para interpretar las canciones de Los Panchos y Johnny Rodríguez y su trío San Juan. En este junte, que siempre se conoció por el nombre de sus integrantes y que no hizo más que amenizar bodas y cantar serenatas, Adalberto hacía armonías de segunda y tercera voz, al tiempo que tocaba la guitarra. Pero su inquietud por formar agrupaciones con sonido más portentoso lo llevó a integrar Los Jóvenes del Merengue, recién cumplido sus 16 años de edad. En esta agrupación, que figuró como cantante y guitarrista, permaneció por dos años, periodo en el que recibió su primer reconocimiento público al ganar el premio musical que otorgaba Rafael Quiñones Vidal en su programa de televisión, "La tribuna del arte". Eleva su arte en Nueva York, De su paso por la interpretación del merengue, Adalberto Santiago se marchó a formar parte del grupo de Chuito Vélez y las Estrellas Boricuas, en 1955, vocalizando temas del folclor nacional a tono con el estilo de Rafael Cortijo y su Combo. Con esa agrupación visitó Nueva York por primera vez, en 1956, ganándose el aval del público puertorriqueño congregado en la gran ciudad, quizás porque la representación del sonido del grupo evocaba la nostalgia de un país del que habían tenido que partir, forzados por la crisis social que azotaba a la población nacional. De pronto, Nueva York se convirtió en un espacio privilegiado que recibió con entusiasmo la propuesta artística del grupo de Chuíto Vélez, en el que se destacó como vocalista Adalberto Santiago. "Para ese viaje me compré una guitarra (marca) Gretsch y, entonces, cuando la gente me vio bailar y cantar me identificó con el estilo de Elvis Presley, que en esa época estaba en su apogeo, y me apodaron el Elvis puertorriqueño", dice. Para Adalberto, una de las experiencias más significativas que derivó de ese viaje fue participar en el "Show Coca Cola" de Paquito Cordero, en el teatro Puerto Rico, junto a figuras como Hilda Claudio, Tito Lara y Los Hispanos. A las pocas semanas de su estancia en Nueva York regresó a Puerto Rico con la ilusión de lograr un espacio para trabajar en la televisión, con la ambición de destacarse como actor y cantante. Sin embargo, la experiencia en la Isla fue poco halagadora y comenzó a ver con lejanía la posibilidad de desarrollar sus sueños, hecho que lo llevó a considerar una oferta para trabajar con Chuito Vélez en espectáculos de televisión y clubes nocturnos en la Gran Manzana. "Siempre tuve la ansiedad de entrar a la televisión en Puerto Rico, pero el que no tiene padrino, no se bautiza, y no tuve ese padrinazgo. Mis deseos estaban ahí (la televisión), en carácter de cantante y actor, pero en realidad era muy difícil para una persona que no tiene la influencia de un padrino, un manager. A lo mejor yo era un poco tímido, pero la verdad es que no habían oportunidades", sostiene. De esa forma, en 1956, Adalberto Santiago optó por radicarse en Nueva York, donde desarrolló una carrera musical espléndida que en poco tiempo lo colocó entre las figuras más destacadas de la canción popular, en especial dentro del género salsero.

"Abran paso"

Adalberto Santiago es fiel fanático del béisbol y el boxeo. Nunca tomó clases de canto, pero en una ocasión visitó un maestro de ópera italiano, llamado Pichini, que le puso una correa apretada en su cintura y le pidió que cantara el bolero "Júrame". En su evaluación le dijo que si hubiera comenzado a tomar clases de canto desde niño, hubiera sido cantante lírico. Durante toda su vida ha cantado en el mismo tono y, además de salsero, es considerado un excelente bolerista. Con la agrupación de Chuíto Vélez y las Estrellas Boricuas viajó por primera a Nueva York, en 1956. Desde esa época se destacó como vocalista, bailarín e intérprete del bajo. Para darse a conocer en el mercado musical de Nueva York, la agrupación se nombró Chuíto Vélez y las Estrellas, para luego conocerse como Chuíto Vélez y su Orquesta. En ese momento habían añadido a la formación sonora cuatro saxofones y tres trompetas. En 1962, Adalberto participó en una grabación con la orquesta de Willie Rodríguez, cuyas interpretaciones se confunden con el sonido de Richie Ray y Bobby Cruz. Dejó la ejecución del bajo por las maracas, luego de una presentación que hizo con Willie Rosario, en 1966, durante una gira por Venezuela. Mantuvo una época gloriosa con Ray Barretto que se tronchó por la poca actividad artística del grupo, momento en que crea el conjunto Típica 73, en 1972. Las interpretaciones de Típica 73 no seguían el patrón rígido de los arreglos musicales y manejaban más la espontaneidad del colectivo. La partida de Típica 73, en 1976, fue por diferencias entre sus miembros. Entonces creó el grupo Los Kimbos, con quien estuvo dos años. Su rompimiento con Los Kimbos, en 1978, fue el resultado de una reflexión profunda del artista, al borde de cumplir sus 40 años de edad. La producción "Rican/Struction", trabajada con Barretto en 1979, es uno de sus trabajos más completos, que muestra la madurez y evolución del artista en su forma interpretativa. En 1983 grabó un disco junto a Celia Cruz y Barretto que se llamó "Tremendo trío". Participó junto a su orquesta en la película "Moscow on the Hudson" (1984), estelarizada por María Conchita Alonso, Robin Williams, Cleavant Derricks y Alejandro Rey. Fue invitado a participar en un evento musical en Japón junto a El Gran Combo y después regresó en tres ocasiones más. Para sus presentaciones en Puerto Rico lo acompaña la agrupación Abran Paso y la Orquesta de don Periñón. En sus 47 años de historia musical ha producido sobre 40 discos.

Al mando de una carrera exitosa

Ha ganado infinidad en su trayectoria musical.

Adalberto Santiago llegó a Nueva York en 1956 para trabajar como músico de planta junto a la orquesta de Chuito Vélez y sus Estrellas en el club nocturno Panamerican Casino, atraídos por un contrato de trabajo de un año de duración. Poco después se convirtieron en los músicos fijos del recién inaugurado Club Caborrojeño, propiedad de Roberto Ruperto, escenario que elevó con más fuerza su trabajo artístico y desde donde recorrieron con éxito otras localidades de música latina de la época, como el club El Palledium, Monte Carlo y Habana San Juan. "Ésa fue una de mis mejores experiencias, sobre todo porque tuve la dicha de acompañar a muchos artistas que iban a esos clubes los domingos, como Celia Cruz, Marco Antonio Muñiz y Daniel Santos. Ahí me nació la inquietud de cambiar la guitarra por el bajo, porque la orquesta necesitaba un sonido más grande", asegura el vocalista, quien grabó cuatro discos con el grupo. Desde entonces, Adalberto Santiago se dio a conocer en el mundo musical no sólo por su virtud interpretativa, sino por gozar de un estilo rítmico que hacía de sus presentaciones gratas experiencias visuales, en las que solía tocar el bajo, cantar y bailar simultáneamente, gesta que años más tarde copió el venezolano Oscar D' León. Su incursión en la grey salsera de FaniaHabía transcurrido diez años desde su arribo a la Ciudad de los Rascacielos cuando el percusionista y director musical Ray Barretto se le acercó para que se integrara a su agrupación, recomendado por sus músicos Roberto Rodríguez y Orestes Vilató. Para entonces, Barretto era considerado una de las personalidades musicales más destacadas del mundo del jazz latino, con una carrera exitosa al lado de figuras como Eddie Bonnemere, José Curbelo, Tito Puente, Max Roach, Charlie Parker y Dizzy Gillespie, entre otros. En cambio, a la altura de 1966, el percusionista torció su destino musical al crear una nueva agrupación y lanzarse a explorar las tendencias del sonido salsero, reclutando, en un principio, al cantante Manny Román sin poder despuntar su proyecto creativo. "Barretto vino a verme porque los muchachos que tocaban con él me recomendaron. Le dijeron que había un muchacho que tocaba bajo y cantaba, y vino al Caborrojeño para ofrecerme que saliera de allí y me fuera con él. Yo le contesté que no me gustaba quitarle el trabajo a nadie, pero me interesaba cambiar de público e ir a la calle", narra Adalberto, quien asegura que accedió a la oferta porque tenía deseos de aventurar.

Así nació una nueva etapa en la carrera artística del cantante que se extendió por espacio de siete años y que bien se podría clasificar como la consolidación de su espacio en la música. "Fue un escalón para llegar adonde estoy y todos los trabajos que hice con él fueron éxitos", asegura. Ciertamente, el binomio de Barretto y Adalberto catapultó el escenario salsero al presentar una propuesta que armonizó las tendencias percusivas del jazz latino con la armonía de las trompetas que en sus inicios asumió la representación musical de la transición del boogaloo a la salsa. Ese proyecto quedó consignado en siete producciones discográficas, la primera de ellas "Latino con Soul" (1967), grabadas para el sello West Side Latino y que incluyó los temas "Do you dig it?", "Trompeta y trombón", "Fuego y pa' lante" y "Lo mismo que a usted". A este disco le siguió "Acid" (1967) con el éxito "Sola te dejaré", muy bien aceptado en el mercado latinoamericano y con el que iniciaron su internacionalización. Esta experiencia musical continuó con las producciones "Power" (1968), "Together" (1969) y "Qué viva la música" (1972), entre otras. A diferencia de otras agrupaciones salseras del grupo Fa-nia, la actividad de la orquesta de Barretto era poco constante, limitándose, según Adalberto, a unas escasas dos presentaciones a la semana. Ese hecho permitió el junte de varios de los músicos en proyectos paralelos que denominaron "jamm sessions" y que solían reunirse en varios centros nocturnos del centro de la ciudad. "Solíamos irnos a un restaurancito que tenía una pista de baile y tocábamos por lo que se hiciera en la puerta. No teníamos nombre, así que poníamos un cartel con el nombre de todos y la gente iba porque tocábamos los éxitos que estaban pegao's y cuando alguien nos pedía uno que no supiésemos, lo montábamos para la otra semana", narra. De esa experiencia casual surgió uno de los proyectos musicales más impactantes en sonido, armonía y ritmo de los años 70: Típica 73. Prolífica voz salseraLa experiencia musical cultivada por Adalberto Santiago ha sido fructífera. Antes de convertirse en una figura de renombre junto a la agrupación de Ray Barretto, y mientras formaba parte de la agrupación de Chuito Vélez, el salsero participó junto a Willie Rodríguez y su Orquesta en una grabación homónima, en 1962, y en la que cantó los temas "Colorín, colorao", "El ritmo lo traigo yo", "Suéltate la lengua", "Mozambique" y "Mi montuno", entre otros. Asimismo, en 1966 figuró como vocalista en el disco "Boogaloo & guaguancó", grabado por la orquesta de Willie Rosario. También aparece en 1982 en el disco "Súper Apollo 47:50" con Roberto Roena y su Apollo Sound, una producción de encargo que Jerry Masucci comisionó para hacer cumplir las estipulaciones de grabación pendiente por ambos artistas. Entre otras producciones en colaboración con grandes figuras salseras se cita, además, la realizada junto a Larry Harlow, "Larry Harlow's Latin Legends Band", en 1998.

Soberana historia de éxitos salseros

El proyecto musical ha sido uno de los grandes aportes al pentagrama salsero.

Adalberto Santiago aún recuerda la conversación que sostuvo con Ray Barretto, en 1972, y en la que le anunció su intención de formalizar el experimento musical que venía realizando desde hacía varios años con un grupo de músicos de la banda. "Estábamos decididos. Le dijimos que pensábamos hacer nuestro grupo y le dimos tres meses para que se preparara, él no lo creyó hasta que se cumplió el plazo. Nunca le fallamos y fuimos saliendo del grupo según él nos reemplazó y el último en salir fui yo", cuenta. Acepta que la historia hubiera sido distinta si el veterano percusionista hubiera optado por sentarse con el grupo y discutir el asunto. "Nunca hubo una conversación y tampoco me ofreció nada diferente", dice, al tiempo que aclara que la dimisión del colectivo no significó un "golpe de Estado", como se llegó a especular. Así, en 1972, surgió Típica 73, uno de los proyectos experimentales más divinos de la historia salsera, compuesto por una cantera de músicos de primer orden, con un sonido excelso y un repertorio enérgico. Sus integrantes originales fueron: Johnny Rodríguez, Orestes Vilató, Dave Pérez, René López y Adalberto Santiago, todos músicos de vieja alineación de Barretto, a los que se unió Sonny Bravo, Leopoldo Pineda y Joe Mannazzi. El arribo de Típica 73, en pleno auge de la producción salsera, rompió el paradigma musical imperante para retornar a la conformación de un sonido más cercano al son, alimentándolo de una dimensión contemporánea con la inclusión del trombón y la trompeta. En su momento de más cohesión, la base armónica se la imprimió la sonoridad del tres cubano, un instrumento expresivo que acercó más su propuesta a la evocación de la vieja tradición musical neoyorquina, mezclando ritmos y enfatizando en la ejecución libre de los músicos. Su intérprete fue el boricua Nelson González. En esta primera fase, la agrupación grabó tres discos para el sello Inca, "Típica" (1973), "Típica 73 Orchestra" (1974) y "La candela" (1975), cosechando éxitos como "Mañoño", "Amalia Batista" y "Canuto", entre otros. La historia del grupo, con la presencia de Adalberto, murió en 1976, cuando el cantante, junto a Orestes Vilató, Joe Mannazzi y Nelson González, armó una nueva orquesta: Los Kimbos. "La Típica fue un grupo tipo cooperativa que funcionó bien, duramos tres años pero por incompatibilidad de caracteres se rompió", dice el salsero. Los Kimbos grabaron dos álbumes para el sello Cotique, con temas como "Te soy sincero", "Salamera", "Tras un vacío", "Si Dios me ayudara", "Juan Manuel" y "El mismo". Aun cuando su música se escuchó y contaron con el auspicio de los salseros, no lograron colocarse en el mercado. "Hicimos un grupo buenísimo, con la mala suerte de que nos quedamos con el mismo agente que tenía la Típica y que trabajaba para Ralph Mercado", dice Adalberto, quien decidió abandonar el grupo en 1978 y lanzó su carrera en solitario. Desde entonces, el cantante emprendió un nuevo derrotero que, en sus inicios, contó con la colaboración de Ray Barretto como su productor para el sello Fania, un junte que produjo uno de los discos más fascinantes en la historia del binomio "Rican/Struction" (1979), por representar la vuelta a la salsa del líder percusionista, luego de unos años absorto en el jazz. A partir de ahí, Adalberto ha mantenido una historia exitosa que ha cultivado sobre una decena de producciones de primer orden.

Tomado de Diario PRIMERA HORA, Puerto Rico
Hiram Guadalupe Pérez
Editor
Gary Javier

febrero 25, 2010

Joe Cuba - JOE CUBA - Wanted Dead or Alive [Bang! Bang!, Push, push, push] (1966)

“Tratemos, Sonny, si no resulta, te invito un trago doble”. El lugar: Palm Gardens Ballroom, en el centro de Manhattan. El año: 1966. El cantante Jimmy Sabater estaba tratando de persuadir al líder de su orquesta, José “Sonny” Calderón, o Joe Cuba, de implementar una nueva idea que Sabater tenía en mente desde hacía algún tiempo. Con renuencia, Cuba aceptó. Sabater le dio al pianista Nick Jiménez el tumbao (figura rítmica) y en un instante la audiencia, principalmente afro-americanos de Harlem, estaba cantando: “Bip bip… aaaah… bip bip…" Y así, más o menos, es cómo nació uno de los mayores éxitos de la música Nuyoricana de los años sesenta, Bang! Bang! Push, Push, Push

A pesar de que Jala Jala Boogaloo de Richie Ray, probablemente, fue el primer tema que menciona el “boogaloo” y, según Sabater, fue la inspiración para ¡Bang! ¡Bang!, es justo decir que Joe Cuba y su orquesta desarrollaron el género del boogaloo (bugalú) a un nivel que lo hizo aceptable incluso para los más duros músicos y oyentes de la vieja escuela cubana. El éxito de este álbum de Joe Cuba explica, de alguna manera, cómo se produjeron el funk latino y el boogaloo. Como vecinos, los afro-americanos y los puertorriqueños de Nueva York habían estado disfrutando, por años, las fiestas y música que ambas comunidades organizaban. Muchos vocalistas originales –como el mismo Sabater, Bobby Marín y otros- pasaron los primeros años de la década de los cincuenta adquiriendo los ecos del doo-wop, apoyados en los postes de alumbrado de Harlem, viendo a los grupos vocales que se paraban en las esquinas en esos años. En tanto, los músicos de doo-wop, como los Harptones, hacían un saludo recíproco a sus colegas cubanos y puertorriqueños con canciones como Mambo Boggie y Hey Señorita. Hay una cita del mismo Sabater en que describe al boogaloo como “sólo un cha cha cha con un ritmo de fondo.”

Antes de firmar con Tico Records en 1965, Cuba, vibrafonista y arpista nacido en Nueva York, ya tenía un historial sólido como cantante popular con un encanto que iba más allá de su raza, feliz de cantar letras tanto en español como en inglés. Él había incursionado en las anteriores modas afro-cubana y de la pachanga, con excelentes trabajos para los sellos Mardi Gras, Embajador y Seeco, cuando su orquesta contaba con la soberbia voz en español de Cheo Feliciano. El álbum grabado en 1962 con Seeco, Steppin’ Out incluía el gran éxito, la balada To Be With You, al igual que el prototipo de salsa-descarga A Las Seis.

Por eso fue no fue una gran sorpresa para aquellos músicos y fanáticos latinos “en el medio”, que el toque mágico de Cuba también se extendiera al boogaloo. El momento decisivo para el boogaloo fue el quiebre de las relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington D.C., en 1961. El furor de la pachanga y el mambo de Nueva York habían dependido de un flujo continuo de talento musical, que iba y venía entre los Estados Unidos y Cuba, pero, de pronto, hubo un vacío de talentos, nuevos “sonidos” y nuevas modas. Llega la siempre existente influencia del jazz afro-americano y del R&B, así como la simple y versátil formación de seis elementos, que fue la real innovación de Cuba. Sin una pesada sección de vientos que arreglar, las nuevas tendencias podían ser amarradas al carro latino rápida y fácilmente, y un público multicultural y hambriento de música rápidamente los siguió. Por eso, los álbumes de Cuba, a menudo, tenían títulos bilingües, como Vagabundeando/Hangin’ Out o Cocinando La Salsa/Cookin’ The Salsa, etc. y estuvieron entre los primeros artistas que los hicieron así.

Este álbum en particular contiene la grabación más vendida de Cuba de todos los tiempos, Bang! Bang! Push, Push, Push. El tema también fue lanzado como un single de 7” y saltó a las listas de éxitos internacionales. Pero hay otras alegrías que son muy fácilmente pasadas por alto aquí, debido a que el envolvente éxito de ese título verifica el movimiento salsa de Sabater en Malanga Brava y Así Soy, o la descarga Cocinando, donde los músicos se animan unos a otros "fuera de micrófono". Sock it to Me y Oh Yeah llevan la insolencia requerida del Harlem contemporáneo, en tanto el tema que da el nombre al disco es rápidamente re-expuesto cerca del final de la grabación en Push, Push,Push, ¡sólo en caso de que hayamos olvidado lo bien que sonaba Bang! Bang! al principio.

A la sombra de talento único de Cuba y Sabater, sería demasiado fácil pasar por alto las valiosas contribuciones de otro miembro del sexteto. La sección rítmica fue una de las más cerradas en la ciudad durante esa época (el mismo Cuba fue parte de ella). Un elogio especial va para el pianista Nick Jiménez, quien tocó con gran movimiento en toda esta sesión, además de ser responsable de los arreglos y la co-composición de varias de sus más populares selecciones. Escuchen la forma en que el vibráfono se introduce en los arreglos de la percusión. Por su puesto, el vibraarpa es técnicamente un instrumento de percusión. Sin embargo, años de escuchar el enfoque más mesurado e improvisado de Cal Tjader tocando el vibráfono, oscurecieron las fuerzas originales que Lionel Hampton primero había destacado –y que Joe Cuba llevó al corazón de la música festiva afro-latina.

Escrito por John Armstrong

febrero 13, 2010

Joe Bataan - Subway Joe 1968

Joe Bataan es considerado justamente como el rey del soul latino. Nacido en el barrio neoyorquino de Spanish Harlem en 1942 de padre filipino y madre afroamericana, sus canciones sobre la vida cotidiana en el ghetto quedaron grabadas para siempre en el corazón de varias generaciones de latinos. En los conventillos del barrio, Joe creció escuchando una ensalada de pop, música latina, doo-wop y R&B. Su adolescencia y primeros años de adulto fueron marcados por las pandillas, la delincuencia y la cárcel. Fue la música que terminó salvando a este afro-filipino de corazón latino cuando juntó a un grupo de jóvenes músicos hispanos para formar a los Latin Swingers en octubre de 1966.

“Subway Joe” salió al mercado en 1968 después de Gypsy Woman, su exitoso debut para la Fania. Igualmente que su antecesor, incluye una rica mezcla de estilos. La voz agridulce de Joe y su talento como compositor fueron los elementos que causaron mayor impacto en su música (todas las canciones de este disco fueron escritas por él). Sin embargo, no hay que subestimar su habilidad como pianista y orquestador.

En el tema de apertura "Subway Joe", el cantante narra la historia de un encuentro en el tren subterráneo de Nueva York a ritmo de bugalú. El conocido locutor de radio Polito Vega contribuyó para que la canción fuera un éxito en el momento de su lanzamiento. Joe y los Latin Swingers modernizan el guaguancó con toques de jazz en "Juanito", un tema con una participación infartante por parte de los trombones.

“Mujer Mía” es un bolero-cha cha, mezclando el estilo sentimental de un bolero con el prolijo ritmo del cha cha cha. El tema comienza con una introducción engañosamente tranquila, a la cual le sigue un ritmo lleno de funk y un sabroso solo de piano por parte de Joe, que imita a Eddie Palmieri sin la menor vergüenza. “Nuevo Jala Jala” incluye un fogoso solo de trombón de Joe Chickie Fuentes, seguido por otro delicioso solo de piano del líder de la banda, durante el cual el cantante Tito Ramos lo bautiza como La Perla del Barrio. No se pierdan la descarga que viene después del falso final.

Joe alaba a su ‘muchacha especial’ (“Special Girl”) al mejor estilo bugalú, mientras el coro nos invita a ‘Do the Push, Do the Pushy Pushy’. “Ponte En Algo” es una robusta descarga con toques de bugalú, un breve solo de congas cortesía de Lorenzo Chino Galán y un extenso solo de piano de Joe. El clima se vuelve más apacible con “Triste”, otro bolero-cha cha, pero el final nos trae un poco más de pimienta. Regresamos al bugalú con “Magic Rose” y la historia de una mujer con poderes ocultos. It's magic, It's witchcraft, It's voodoo/ She's got a hold on me (Es magia, es brujería, es vudú/Me tiene loco), canta el coro.

El elenco de Gypsy Woman y “Subway Joe” es el mismo. Tal vez no sean los mejores músicos de su género, pero compensan sus limitaciones con su entusiasmo juvenil y un sonido que es crudo, auténtico y lleno de ritmo. El cantante Joe Pagán había muerto poco tiempo después de la grabación de Gypsy Woman. Tito Ramos lo reemplazó en este disco, que está dedicado a la memoria de Pagán. Anteriormente, Ramos había cantado en los sobresalientes discos de bugalú de Johnny Colón Boogaloo Blues (1966) y Boogaloo '67 para la disquera Cotique Records. Posteriormente fundó la TnT Band con otro ex cantante de Colón, Tony Rojas.

Después de “Subway Joe”, Joe grabó seis discos más para la Fania entre 1968 y 1972. También apareció en el segundo volúmen del disco debut de la Fania All-Stars, Live At The Red Garter (1968). Mientras seguía con la Fania, a principios de los años '70 manejó la disquera de culto Ghetto Records. Después participó en la ola de la música disco y el rap de los '70 y los '80 con los éxitos The Bottle (del LP Afrofilipino de 1975 en Salsoul) y Rap-O Clap-O (del disco Mestizo de 1980 en Salsoul). Luego de un descanso de más de 20 años, regresó a los escenarios en 1994 y lanzó un nuevo disco en 2005.

Créditos:

Joe Bataan - Líder, Piano
Joe "Chickie" Fuentes - Primer Trombón
Rubén Hernández - Segundo Trombón
Eddie Nater - Timbales
Louie Devies - Bajo
Richie Cortés - Campana
Lorenzo "Chino" Galán - Congas
Milton Albino - Bongós


Voces en Español – Tito Ramos
Voces en Inglés – Joe Bataan
Coros – Richie Cortés, Louie González, Michael Padilla

Productor – Jerry Masucci
Director de Grabación - Johnny Pacheco
Grabación - Impact Sound Studio
Ingeniero de Grabación - Richard Alderson
Fotografía Del Album Original - Marty Topp
Diseño del Album Original - Izzy Sanabria

Escrito por John Child

Las Mejores 200 Canciones de SALSA BRAVA.

1 A Papa CELIA CRUZ
2 A La Hora Que Me Llamen Voy José Alberto "El Canario"
3 A Quién . . . ? A MI . . . ? Gilberto Santa Rosa
4 Abandonada Fue Ismael Miranda
5 Acuyuye Johnny Pacheco
6 Adoración Ismael Quintana
7 Agua De Clavelito Pacheco / Casanova
8 AGUZATE Ricardo Ray & Bobby Cruz
9 Ah Ah Oh No Willie Colon y HECTOR LAVOE
10 Ahora Me Da Pena Henry Fiol
11 Amalia Batista TIPICA 73
12 Amanecí Contigo HILDEMARO
13 Amor Anónimo Naty Martinez
14 Amores Como El Nuestro Jerry Rivera
15 Anacaona (Original) CHEO FELICIANO
16 Anoche Aprendí Orq. Mulenze
17 Aquel Viejo Hotel David Pabon
18 ARSENIO Larry Harlow e Ismael Miranda
19 Así Se Compone Un Son Ismael Miranda
20 Auditorio Azul Marvin Santiago
21 Awake The Fania All Star
22 Bailemos Otra Vez José Alberto "El Canario"
23 Ban Ban Quere Ray Barretto(Rubén Blades)
24 Batman Y El Hombre Araña Azabache Orq.
25 Be Mine (Se Mía) FUEGO 77
26 Bombacarambomba Ángel Canales
27 BORANDA La Sonora Ponceña
28 Bruca Manigua Ray Barretto
29 Busca El Ritmo Willie Rosario
30 Buscando Guayaba Rubén Blades
31 Cabo`E Ricardo Ray & Bobby Cruz
32 Cachondea CHEO FELICIANO
33 Camino Al Barrio (Instrumental) WILLIE COLON
34 Campanero José Mangual JR
35 Canción Con Todos Grupo Madera
36 CANTA CHEO FELICIANO
37 Caretas Ismael Miranda
38 CARICIAS PROHIBIDAS Vity Ruiz
39 CASI TE ENVIDIO Andy Montañez
40 Casi Un Hechizo Jerry Rivera
41 Catalina La O Pete "El Conde" Rodríguez
42 CHALECO CHARLIE PALMIERI
43 Changotabeni Willie Rosario
44 CINCO NOCHES PAQUITO GUZMAN
45 Como Te Hago Entender Roberto Roena
46 Compañera Mía El Gran Combo
47 Compañeros Grupo Madera
48 Compay Póngase Duro La Salsa Mayor
49 Cosas Nuevas Gilberto Santa Rosa
50 Cuero Na`Ma José Mangual JR
51 Cuestiones Del Amor SON 14
52 Déjala Bailar Soledad Bravo
53 Desesperado Luís Enrique
54 Devórame Otra Vez Lalo Rodríguez
55 Doce Rosas Tommy Olivencia
56 EL BUEN PASTOR La Selecta
57 El Cantante HECTOR LAVOE
58 El Cantante Y La Orquesta Ángel Canales
59 El Frutero DIMENSION LATINA
60 El Menú El Gran Combo
61 EL MESIAS Ismael Rivera
62 El Mil Amores José Mangual JR
63 El Nazareno (Live) Ismael Rivera
64 El Paso De Encarnación Larry Harlow
65 El Pito Joe Cuba
66 EL RATON CHEO FELICIANO
67 El Zapatero Grupo Mango
68 Ella Fue (She Was The One) The Fania All Star
69 Estar Enamorado Noche Caliente
70 ESTRELLITA Orquesta Recopilación
71 FALTA (Lebron) Hermanos Lebron
72 Fango Pete Rodríguez
73 Fantasía Herida Erick Franceschi
74 Francisco Andante Lalo Rodríguez
75 Fuego En EL 23 La Sonora Ponceña
76 Fuimos Amigos La Salsa Mayor
77 Galera Tres Ismael Miranda
78 Guaguanco Pa`L Que Sabe Pacheco / Casanova
79 Guaracha WILLIE COLON
80 Guarare Ray Barretto
81 Hachero Pa`Un Palo La Sonora Ponceña
82 Hechicera Oscar D`Leon
83 HECHIZO DE LUNA EDGAR JOEL
84 Hierba Brava Pete "El Conde" Rodríguez
85 Hola HILDEMARO
86 Homenaje Al Tres Quinta Galaxia
87 Huracán (Frankie Hernández) Bobby Valentín
88 Isla Del Encanto Orquesta Broadway
89 Juan González Rubén Blades
90 Juliana Cuco Valoy
91 La Belleza Del Son Bobby Valentín
92 La Boda De Ella Bobby Valentín
93 La Bohemia WILLIE COLON
94 La Cárcel Sexteto Juventud
95 LA CITA GALY GALIANO
96 La Cura Frankie Ruiz
97 La Maria HECTOR LAVOE
98 La Murga HECTOR LAVOE
99 La Música Grupo Mango
100 La Noche Mas Linda Adalberto Santiago
101 LA RUEDA Frankie Ruiz
102 La Sopa En Botella CELIA CRUZ
103 La Vida Es Una Caja De Sorpresa Ángel Canales
104 Lagrimas (Roberto Blades) Orquesta Inmensidad
105 Las Hojas Blancas El Gran Combo
106 LAS TUMBAS Ismael Rivera
107 Laye Laye La Sonora Ponceña
108 Let`S Make Up Hermanos Lebron
109 Ligia Elena Rubén Blades
110 Llanto De Cocodrilo (Allen) Ray Barretto
111 Lluvia Willie Rosario
112 Los Entierros CHEO FELICIANO
113 Los Fariseos Ricardo Ray & Bobby Cruz
114 Los Zapatos De Manacho El Gran Combo
115 Maestra Vida Rubén Blades
116 Mambo Yo Yo Ricardo Lemvo
117 Maquinolandera Cortijo Y Su Combo
118 Maria Teresa Y Danilo Hansel & Raúl
119 Me Muero Por Estar Contigo Vity Ruiz
120 Medias Negras Willie Chirino
121 MI AMOR, AMOR Ray Sepúlveda
122 MI BARRIO Orquesta Recopilación
123 MI DESENGAÑO Roberto Roena
124 Mi Gente (En Vivo) The Fania All Star
125 Mi Libertad (Julio Voltio) Jerry Rivera
126 Mi Negrita Me Espera Ismael Rivera
127 MIA Eddie Santiago
128 MICAELA Pete Rodríguez
129 Milonga Sentimental El Gran Combo
130 Mongo Mongo (Instrumental) Mongo Santamaría
131 MONIA D' La Di cupe
132 Mujer Celosa El Gran Combo
133 Mujer Divina Joe Cuba
134 MUÑECA Eddie Palmieri
135 Niña Y Señor Tito Puente
136 No Me Digas Que Es Muy Tarde Ismael Miranda
137 No Morirá DLG
138 No Soy Automático Tommy Olivencia
139 Nostalgia Marvin Santiago
140 Nuestro Matrimonio Naty Martínez
141 Oye Como Va Tito Puente
142 Pa`Bravo Yo Justo Betancourt
143 Pa`Que Afinquen CHEO FELICIANO
144 Pan Y Agua (Instrumental) WILLIE COLON
145 Papa Montero Sonero Clásico Del Caribe
146 Para Ochun HECTOR LAVOE
147 Para Ser Rumbero Rubén Blades
148 Parampampan DIMENSION LATINA
149 PEQUEÑAS COSAS Willie González
150 Perdóname (En Vivo) Gilberto Santa Rosa
151 Perico Macoña Ángel Canales
152 Piraña HECTOR LAVOE
153 Plantación Adentro Rubén Blades
154 POR QUE TE AMO Nino Segarra
155 Porque Adore Frankie Dante
156 Que Bailes To's DIMENSION LATINA
157 Que Hay De Malo Jerry Rivera
158 Que Se Sienta Oscar D`Leon
159 QUIERO DORMIR CANSADO Sammy González
160 Quimbara (Salsa) CELIA CRUZ
161 Quítate La Mascara Ray Barretto
162 QUITATE TU (En Vivo) The Fania All Star
163 Richie's Jala Jala Ricardo Ray & Bobby Cruz
164 Rompe Saraguey HECTOR LAVOE
165 Rumba Rumbero Oscar D`Leon & La Critica
166 Salsa Buena Frankie Ruiz
167 SALSA Y CONTROL Hermanos Lebron
168 Se Me Olvido Grupo Folklórico Experimental Nuevayorquino
169 Se Necesita Rumbero Oscar D`Leon & La Critica
170 Según El Color Rubén Blades
171 Sembrando Para Tí Gilberto Santa Rosa
172 SEÑORA LEY Conjunto Clásico
173 Severa Cortijo Y Su Combo
174 Siento Pedro Arroyo
175 Sobre Una Tumba Una Rumba Sonero Clásico Del Caribe
176 Son Desangrado Soledad Bravo
177 Sonido Bestial (Vivo) Ricardo Ray & Bobby Cruz
178 Soy Vagabundo HECTOR LAVOE
179 Te Regalo El Corazón El Gran Combo
180 TEMPERATURA Hermanos Lebron
181 Tengo Un Tumbao FUEGO 77
182 TIBURON Rubén Blades
183 TIMBALERO La Sonora Ponceña
184 TIMBALERO (Lavoe) HECTOR LAVOE
185 Traigo De Todo Ismael Rivera
186 Traigo De Todo Ismael Rivera
187 Tristeza Encantada Lalo Rodríguez
188 Tu Loco Loco Y Yo Tranquilo Roberto Roena
189 TU ME HACES FALTA Eddie Santiago
190 UBLABADU HECTOR LAVOE
191 UNA AVENTURA Grupo Niche
192 Una Canita Al Aire (Frankie Ruiz) Tommy Olivencia
193 UNA SOLA BANDERA CARLOS QUINTANA (TABACO)
194 Usted Abuso CELIA CRUZ
195 Vagabundo El Gran Combo
196 Vivir Sin Ella Gilberto Santa Rosa
197 Voso HECTOR LAVOE
198 Vuelve (Roberto Blades) Orquesta Inmensidad
199 Yembeque La Sonora Ponceña
200 Yo Puedo Vivir Del Amor Rubén Blades

OSCAR D´LEON - EL SONERO DEL MUNDO

Oscar Emilio León Somoza mejor conocido como Oscar D'León nace en Caracas (Capital de Venezuela) el 11 de Julio de 1943, Hijo de Carmen Dionisia Simoza y Justo León, reció en la populosa parroquia Caraqueña de Antimano.
Existen muchas versiones sobre la infancia del León: Que tuvo hermanos, que fue hijo único, que su madre, doña Carmen Dionisia Simoza, hermosa mulata amante de la música, integró un grupo musical llamado “Conjunto Venezuela”, junto con algunos familiares. Lo cierto es que Oscar D´León desde muy temprana edad, estuvo acompañado por los sones del Trío Matamoros, La Orquesta Aragón, la Sonora Matancera, Celia Cruz, Mario Hernández, Cortijo, Ismael Rivera, Billos Caracas Boys y Benny Moré, siendo este último una de sus mayores influencias.
De Oscar D´León se dice que condujo un taxi en el que sus clientes disfrutaban de un chofer afable que oía viejos sones y que cantaba mientras conducía. En el popular “taxi de la rumba” o “carro de la parranda” (Ibíd.), D´León acostumbraba transportar asiduos clientes, entre ellos a José “Cheo” Rodríguez, percusionista especializado en las gaitas tradicionales.
Los diálogos extensos de ambos personajes en torno a la música, desembocaron en la fragua de una banda de salsa a la que invitaron a los trombonistas César “Albóndiga” Monge y José Antonio Rojas (“Rojita”) y al pianista Enrique Iriarte. Pero volviendo a sus ocupaciones previas a la vida musical en pleno, se mencionan también sus estudios en Topografía (profesión que jamás ejerció) y su trabajo como obrero en la General Motors de Caracas, Venezuela, donde presta sus servicios hasta el año de 1967, cuando compra algunos instrumentos y se dedica de lleno y de frente, a la búsqueda de oportunidades en el mundo de la música: Su pasión desde siempre.
Tenía 28 años cuando entra en vereda. Entonces forma la Dimensión Latina y en el año 1972 revienta el gran éxito "Llorarás". Desde ese momento no se detiene. Y los melómanos lo bautizan como El Bajo Danzante. Con esa agrupación dura hasta 1976. Ese año forma su propia organización musical y empieza a grabar éxitos como Mata Siguaraya, Siéntate Ahí, entre otros. En el venezolano Oscar D’León se combinan el don para la improvisación con un tono vocal de amplia textura. En Venezuela ha obtenido el máximo de reconocimiento y ha continuado robusteciéndolo a lo largo del mundo. La alegría por entretener ha sido una constante en la carrera de D’León. En una entrevista de 1996 para el Chicago Tribune, D’León dijo: "Mi mensaje no tiene que ver con la ecología o la política, sino que es simplemente que las personas pasen un buen momento y me recuerden como alguien que los ama."

Ha cantado junto a Celia Cruz, Eddie Palmieri, Tito Puente, Linda Viera Caballero (La India de Nueva York), Tego Calderón, José Alberto "El Canario", Sergio Vargas y Dyango.

En el año 2000 participó en la banda sonora de la producción de Disney, "Las Locuras del Emperador" grabando el tema "Mundo perfecto". En el 2004 firmó con Sony Records y produjo su disco de boleros "Frenesí". Tiene más de 60 discos grabados. Tiene 14 hijos, de los cuales 8 llevan su apellido.

En noviembre de 2007 ganó un tercer GRAMMY (los 2 primeros fueron de la agrupación Vos Veis, ese mismo año) al ganar como mejor álbum Tropical con Fuzionando, que se impuso sobre Albita, Aventura, Richie Ray & Bobby Cruz y Nino Segarra.

La historia de 35 años de inigualable sabor

Reinaldo López Bolaños fue un compositor cubano hacia la década de los 20, poco conocido, y de relativa fama en su momento; pero muy poco se imaginó que una de sus composiciones diera 40 años después el nombre de la gran maquinaria del ritmo de la década de los 70. Su son, Fanía funché (con acento en la í), nombró a una de las más grandes orquestas latinas de todas las épocas, fue sinónimo de las mejores bandas y solistas de la salsa durante años y sigue siendo referencia obligada de todos los salseros que, para bien o para mal, con diferencias de estilos, se encuentran en el ambiente. El origen del Son se ubica en la región oriental de la isla cubana, principalmente en Santiago de Cuba y en la ciudad de Manzanillo, localizados en la cordillera montañosa de Sierra Maestra. También, se menciona la provincia de Guantánamo y se asocia con las fiestas Changüí que allí se celebraban. Este género musical surge a fines del siglo XIX como parte de la forjación de la nacionalidad cubana.

Se comenzó a popularizar en los carnavales de Santiago para el 1892 por un interprete llamado Nené Manfugás, éste ejecutaba un instrumento rústico de tres cuerdas dobles y una caja de madera llamado Tres, el cual se convertiría en el símbolo del Son hasta el día de hoy. Por otro lado, Ignacio Piñeiro – contrabajista nacido en La Habana en 1888 – estructuró las bases del genuino Son Montuno, raíz indiscutible de la salsa.

Johnny Pacheco, dominicano, gran cultor de éste género musical en New York, y el italonorteamericano Jerry Masucci, fundaron el 23 de marzo de 1963, durante la celebración del onomástico del primero, en la casa de éste, la compañía Fania Records, para, según Lil Rodríguez (1997) "recoger tanto músico suelto que trabajaba con lo latino por ahí".

A mediados de 1964, Johnny Pacheco lanzó un disco titulado "Cañonazo". Este disco se grabó bajo el novel sello Fania Records, el cual representaba la oportunidad de competir con las disqueras existentes en la ciudad: Alegre, Tico, Cesta y la división latina de United Artist.

Pacheco, quien ofició como productor artístico, recorrió todos los almacenes de discos - manejando él mismo el camión de repartos - del lado este de New York para poder promocionar el producto, mientras Masucci, el socio capitalista, negociaba con agrupaciones y músicos nuevos la inclusión de éstos en un catálogo firme. Como las limitaciones económicas estaban a flor de piel, los nuevos artistas tendrían que ser jóvenes provenientes del Bronx, Brooklyn y de Puerto Rico, pero allí radicó justamente, el éxito de Fania (ya sin acento en la i)

Masucci contrató a tres orquestas: la ya veterana de Ray Barretto y las de los jóvenes Larry Harlow y Bobby Valentín. A ellas se sumaría más tarde una lista de muchachos con iniciativas y sobre todo, con arraigo entre la comunidad latina, encabezadas por Willie Colón. Al cabo de cuatro años Fania Records tenía en su haber lo más "duro" del barrio y con ello se había ganado el cariño de toda su comunidad.

La tendencia expuesta por los dos socios golpeó a las otras compañías, las cuales ya venían con ciertos índices de agotamiento, y la posibilidad de que artistas de éstas se vincularan al nuevo sello pasó de la teoría a la realidad. Las negociaciones entre Tico, Alegre y Cesta con Fania Records duraron un buen tiempo, pero la quiebra inminente de ellas determinó que un porcentaje altísimo de su producción pasaran al sello de Masucci. Y no fue lo único que el italiano sacó de sus negocios, también la alternativa de promocionar sus orquestas uniendo en un solo concierto a los directores de cada una. En 1962, las tres compañías habían grabado varios discos de sus estrellas reunidas con buena aceptación y Masucci decidió en 1968 hacer su propia banda, la que llamó, naturalmente, Fania All Stars.

La Fania se reunió por primera vez en el Red Garter, pero el asunto no tuvo mayor eco, por eso se asociaron con el administrador de establecimientos públicos, Ralph Mercado, para hacer un concierto más popular en el salón de baile Cheetah. El jueves 26 de agosto de 1971 la Fania All Stars tocó con todas sus luminarias allí y como resultado de ello se grabó una película, Our Latin Thing, lo que daría pie a un nuevo concierto y una nueva cinta. Esta vez el nombre provocó un revuelo que hasta hoy no ha dejado de resonar en el Caribe: la cinta se llamó Salsa.

Resultó evidente que la película no pasó a la historia, pero su nombre si y con él la aceptación definitiva del sello Fania como amo absoluto de la música que se conoció a partir de allí como Salsa. Todos los músicos latinos pasaron, entonces, a ser miembros de Fania. Era una especie de status el pertenecer al sello y tanto la altísima producción como los índices de ventas, demostraron hasta que punto grabar con Fania era un buen negocio para todos

Los discos de THE FANIA ALL STARS

Como ya se mencionó, la primera grabación de las estrellas se anunció como: "The Fania All Stars: Live at the Red Garter. Vols 1 y 2". En ambos discos, se trató de montar un sesión de descarga similar a la que en 1966 organizaran en el Carnegie Hall las Tico All Stars. El nivel de ésta fue muy superior al producido por las Fania. De los discos en el Red Garter se pueden rescatar dos piezas. "Me gusta el son", cantado por Monguito – hermano de Mongo Santamaría – con dos impactantes solos: el de piano de Eddie Palmieri, y el de trombón de Barry Rodgers. Y "Son cuero y boogaloo", compuesta y grabada anteriormente por Ray Barretto, en donde Orestes Vilató repica los timbales hasta casi reventarlos.

Su segunda, y en mi opinión las más brillante de todas, fue en 1971 (fecha nombrada en párrafos anteriores), donde se produjo lo que César Miguel Rondón menciona como El Boom de la Salsa. Fueron cuatro los discos; dos de ellos aparecieron como "The Fania All Stars: Live at the Cheetah. Vols 1 y 2". Y los otros dos forman parte de la banda sonora de la mencionada película, la cual guardo como uno de mis más preciados tesoros.

Todo el material allí grabado es de excepcional calidad, desde la impactante Descarga Fania, compuesta por Ray Barretto y basada en la legendaria Descarga Cachao de Israel López, pasando por la versión en vivo de Anacaona, composición de Tite Curet Alonso, el sabrosísimo sólo de bongó de Roberto Roena en Ponte Duro, la flauta infaltable de Pacheco en Macho Cimarrón, hasta las catedráticas improvisaciones de todos los soneros en Quítate tú. Aquí comenzó la verdadera rumba en el Caribe que perdura hasta nuestros días.

En 1973, se reúnen por tercera ocasión, esta vez con la finalidad de brindar un concierto monstruo en La casa de Babe Ruth, el mismísimo Yankee Stadium, en el Bronx. El cartel fue genial, abrió la principiante entonces, Típica ’73, la cual con los años dictó clase de sabrosura en la Gran Manzana, continuó Mongo Santamaría con sus congas y su poder desafiante en el Latinjazz, de tercero actuó El Gran Combo de Puerto Rico, dejando constancia en la grabación de su sabor inigualable con Julia, donde Andy Montañez, soneó como uno de los mejores que es; y para cerrar sonó el Clavisando, donde se presentaban a los embajadores de todos los barrios del Caribe.

El piano de Larry Harlow montuneó y comenzó la descarga Congo Bongó, en donde se enfrentaron Mongo y Barretto, con unos solos de congas espeluznantes.

Pero, siempre hay uno, entre las condiciones del contrato se estipulaba que de pisar el público la grama del stadium, el concierto se suspendería. En medio del paroxismo que produjo la pieza, la gente se lanzó de las gradas y corrió hacia la tarima para ver a sus ídolos. Los músicos de casualidad terminaron la pieza entremezclados con su público que los adoraba y besaba, y la mas grande fiesta latina del orbe, terminó no bien iniciada.

Masucci, entonces ideó lo que se podría calificar como un engaño; publicó 5 discos con el nombre de The Fania All Stars: Live at Yankee Stadium. Vols 1 y 2. La banda sonora de la película Salsa y Latin – Soul – Rock, Live at Yankee Stadium. En los dos primeros se grabó la proverbial Bemba Colorá, de José Coaro Fumero, inmortalizada por Celia Cruz.

Ambos se salvan de la mediocridad por tres números, Julia, Bemba Colorá y el arranque de la meteórica carrera de Héctor José Pérez, mejor conocido como Héctor Lavoe, cantando Mi gente. El tercero mostró la inimitable versión de El ratón, de Cheo Feliciano, con un rockanrolero solo de guitarra eléctrica de Jorge "El malo" Santana, hermano menor de Carlos.

El problema radicó en que con la excepción de Congo Bongo, y las intervenciones del Gran Combo y Mongo, las otras piezas se grabaron en el Estadio Roberto Clemente de San Juan, Puerto Rico. Allí radicó el chasco, ya que fueron anunciadas como grabadas en el Yankee Stadium.

En 1975, grabaron un homenaje al desaparecido Tito Rodríguez, disco en cual versionaron varios de sus grandes éxitos, entre ellos: Cuando cuando, A los muchachos de Belén, Vuela la paloma e Inolvidable. Es en el año 1976, cuando comenzó un ciclo dentro de la Fania All Stars que aún resulta inexplicable; comenzaron a grabar rock (muy malo por cierto), un regular Latinjazz y muy, muy poca salsa.

En éste año publicaron Delicate and Jumpy, resaltando únicamente una versión de Picadillo, compuesta por Tito Puente, en la onda del Latinjazz y donde brilla el guitarrista de rock Steve Winwood. La salsa, desapareció.

En 1978, grabaron Rythm Machine, otro olvidable disco, a no ser por la primera aparición en rol de estrella del Poeta de la Salsa Rubén Blades, interpretando su inolvidable Juan Pachanga. De igual manera, editaron un disco en vivo, grabado en diferentes locaciones, a mi humilde entender espectacular, ya que se produjo una salsa fresca, sabrosa y sobre todo de alta calidad, donde se incluyó una versión de la vieja canción de Rafael Cortijo: Cúcala, interpretada a dúo, nada más y nada menos que por "La Reina de la Salsa" Celia Cruz y "El Sonero Mayor" Ismael Rivera. Para entonces, Larry Harlow había abandonado la orquesta y su puesto fue ocupado por Francisco "Papo" Lucca.

Al siguiente año, viajaron por primera vez al Festival de Varadero, Cuba; donde grabaron Habana Jam, un disco que defraudó, ya que se esperaba nuevas piezas, limitándose a ofrecer versiones de canciones ya conocidas. En el mismo 1979, sacaron al mercado la producción Spanish Fever, la cual, a pesar de contar con la intervención de excelentes músicos de Jazz como el trompetista Maynard Ferguson, el flautista Hubert Laws y el guitarrista Eric Gale, también cayó al pronto olvido; aunque las piezas Sin tu cariño, interpretada por Rubén Blades y la sofisticada descarga Coro Miyare alcanzaron cierta notoriedad.

Hacia finales de 1979 apareció Cross Over; el cual contenía 6 piezas: 3 de ellas salsa y 3 de un olvidable Latinjazz. Isadora, cantanda por Celia Cruz es la única interpretación rescatable. En 1980 difundieron 3 discos, reeditaron unas olvidadas piezas de años atras, grabadas durante algunos descansos en las grabaciones de Delicate and jumpy y Rythm machine; en esta producción la Fania se presenta sin la sección de metales, y descargan con toda naturalidad y sin presiones comerciales. Resaltan Seis con el mismo sabor y Vente conmigo en el disco California Jam.

Por otro lado, casi simultáneamente, después de varios años, produjeron un disco de pura salsa; sabrosa, dura, delicada a la vez y que sirvió para un reencuentro con sus miles de fans. Commitment presentó excelentes canciones: Encántigo, un genial dúo de Celia Cruz y Pete "Conde" Rodríguez. Ublabadú, interpretada por Héctor Lavoe y Piano Man cantada por Ismael Quintana destacan dentro de las piezas.

En el sugiente año, y en la onda del Latinjazz editaron Social Change, donde intervienen el saxofonista argentino Leandro "El Gato" Barbieri y el baterista Idris Muhammed. En el mismo se ofrece una versión magnífica de la recordada Samba pa’ti de Carlos Santana.

De igual data surge Latin Connection, más recordado por aparecer la última grabación de Ismael Rivera que por otra cosa; a pesar de que el disco presenta muy buena salsa. A parte de Bilongo de Guillermo Rodríguez Fiffe cantada por Maelo, Cheo Feliciano nos regala Nina, de su repertorio añejo de los días del Sexteto de Joe Cuba, y Pete "Conde" Rodríguez sonea como el mejor en Rosa en el Fango.

La orquesta se detiene hasta 1984, cuando publican Lo que pide la gente; donde, además de la descarga que da el nombre al disco, aparecen dos duelos de soneros: Por eso yo canto salsa y Usando el coco; donde Celia Cruz brinda clases magistrales de canto y soneo. Asimismo, Héctor Lavoe nos obsequió El Rey de la Puntualidad. Un buen disco sin lugar dudas

Al siguiente año, cambiaron el estilo de la banda, uniendo a la sección de metales una orquesta de cuerdas: violines, violas y cellos, dirigidas por Eddie Drennon; además las consabidas flautas de Pacheco, el mítico José Antonio Fajardo – el de Fajardo y sus Estrellas de la década del 40 – y Karen Black; primera flautista de la ya desaparecida Charanga ’76. El producto fue sabroso, pero sin brindar material nuevo, dedicándose a recrear viejos y conocidos números cubanos. En Viva la Charanga, hay solo buenos, como el de Barretto en Hueso y Pellejo y el de Fajardo en Los Tamalitos de Olga; pero el disco pasó casi desapercibido.

En 1985 reeditan uno de los más espectaculares conciertos dados por La Maquina del Ritmo. 10 años atrás en Kinshasha, Zaire; como abreboca de la pelea entre Muhammad Ali y George Foreman, Fania All Stars puso a bailar a todo el pueblo africano que acudió en miles a ver al Más Grande, al todo el jet set internacional que, muchos de ellos escuchaban salsa por vez primera, y al maestro de ceremonias el famoso Anthony Quinn, que como buen latino fue quien comenzó con "el desorden".

Es en 1986 cuando viajan a Japón, donde graban un poco memorable disco con versiones de ya conocidas canciones. Siendo en 1988 cuando graban nuevamente un disco bajo el nombre de Bamboleo, un tema interpretado por Celia Cruz, el cual está basado en el mundialmente famoso Caballo viejo de nuestro querido Simón Díaz. La grabación además nos da el Canto del Cisne de Héctor Lavoe: Siento. La última grabación que realizara el Cantante de los Cantantes.

En 1989, Fania All Stars grabó su único buen disco de Latinjazz: Guasasa; donde además de la pieza que nombró el disco se encuentra Allegria, un bellísimo Latinjazz donde se combinan gracia, poder rítmico, melodía y buen gusto a toda prueba. Las piezas De nuevo a la carga y Los Seis Diferentes engloban una muy aceptable producción.

Es la época del merengue galopante, y del inicio de la llamada "Salsa Erótica". Ocurre lo que Enrique Bolívar Navas expresara en una Conferencia: "La Salsa dejó el barrio, llegó a los salones y se alojó en los moteles de la Panamericana". Siendo el 11 de Junio de 1994 cuando se reúnen nuevamente en el Hiram Birthorm de San Juan, Puerto Rico para celebrar su 30 años de existencia. El concierto fue una remembranza de tiempos pasados, donde se mostraron a una juventud salsera que los había escuchado, cantado y aplaudido a través de los discos más nunca en vivo.

A siguiente año, se presentaron en el estacionamiento del Poliedro de Caracas; atrás habían quedado aquellas escapadas de mis padres para disfrutar de sus conciertos, y asistí para percibir uno de los más gratos momentos que he vivido en los últimos años. Allí estaban todos, con muchos años encima, calvos, canosos, con prominentes abdómenes pero con un sabor inigualable por cualquiera de las actuales bandas de salsa que proliferan en el mundo.

Desde los acordes iniciales de Descarga Fania, el ritmo se mantuvo inalterable, el sabor increíble, la velocidad frenética, la dureza de los setenta irrumpió en medio de los noventa arrastrando todo a su paso; y recuerdos de años pasados sucedieron por mi mente uno tras otros. Cheo Feliciano, Ismael Quintana, Ismael Miranda, Adalberto Santiago, Papo Lucca, Roberto Roena, Larry Harlow, Eddie Montalvo, Nicky Marrero, Willie Colón, Alfredo de la Fé, Yomo Toro, Johnny Pacheco y la irrepetible Celia Cruz montaron la salsa en su lugar: el pináculo del Caribe; todos ellos retando el tiempo, retando la industria que selecciona a los músicos y cantantes por las caras y cuerpos bonitos, mas no por la calidad; sin importar siquiera la perfección de la voz o de la instrumentación, ya que para eso están las computadoras que arreglan todo.

Esa noche, jóvenes de 16 años, que ni siquiera habían nacido cuando Fania estremecía a todo el Caribe, cantaban las canciones como si hubieran sido amamantados con ellas, las bailaban imitando los pasos de Roberto Roena y Aníbal Vásquez cual veteranos del baile se trataran. La efervescencia inundó el alma de los presentes y fuimos testigos de la historia misma de la salsa, cuando invitados por Celia gritábamos en coro con el corazón en las manos: ¡COLORÁ!

Es en 1997 cuando graban nuevamente el disco Bravo, muy esperado por cierto, aunque para muchos poco comprensible. Se limitaron a versionar famosas canciones de estupenda salsa cubana, principalmente producciones de Juan Formell y Los Van Van; el songo fue la máxima expresión del disco. Otra innovación fue la aparición por primera vez de Andy Montañez. El "Niño de Trastalleres" siempre fue buscado por Masucci y por fin, interpretó Aquí el que baila gana. En el mismo orden de ideas, tres intérpretes de la nueva salsa cubana cantaron tres de sus éxitos: Paulito de la Orquesta Élite, Pedro Jesús y Dikán.

En noviembre de 1999, se celebró en el Madison Square Garden, bajo la organización de Ralph Mercado, el nuevo zar de la salsa, los 35 años de Fania All Stars, con un concierto espectacular, donde toda la comunidad latina se estremeció al ver, después de muchos años, a sus hijos predilectos en una tarima. En esta ocasión, alguien que también fue buscado durante años, entonó sus soneos con la Fania. Nuestro máximo artista en el mundo, Oscar D’León nos representó dignamente ante los ojos del mundo, cual es su costumbre.

Independientemente de los errores que cometieron, de la incertidumbre que les rodea sobre su posible desaparición, Fania All Stars seguirá eternamente siendo una referencia obligada al momento de hablar, estudiar, recolectar información, sobre la música Afro Caribeña. Ellos extrajeron la salsa de los arrabales, de las escaleras, de las esquinas, de la entrada de los edificios, de la clandestinidad hasta ser el ritmo latino de mayor aceptación en el mundo en la actualidad.

POR:

José A. Aguirregómezcorta G.

Tomado de: www.analitica.com

Historia de la salsa (Una de las versiones)

Los orígenes de la SALSA comienza (segun los que saben) en los tiempos de Colon. Los esclavos africanos que llegaron traian al nuevo continente, su religión, costumbres y su música. Ritmos africanos, cantos y bailes, son la forma que éstos tienen de contactar con sus Dioses.
Estas costumbres de los rituales africanos podría decirse que son las primeras manifestaciones de lo que siglos más tarde será el “Son Cubano”.

Ya en una época más cercana a la nuestra, en la década de los 40, la música del Caribe llega con mucha fuerza a Estados Unidos. Especialmente, a Nueva York. Muchos inmigrantes cubanos y puertorriqueños comienzan a tocar su música en diversos clubes de la gran ciudad. Hay incluso clubes dónde sólo se toca esa música. Dos ejemplos son: el famoso Blen Blen Club, y , sobre todo, el muy conocido Palladium Dancehall de la calle 52, que era en aquella época el punto caliente de la música latina en la gran manzana.

Rápidamente surgiría un nuevo movimiento musical latino en el que el sabor y el estilo del Caribe se combinaban con las armonías del Jazz. Muchos lo llegaron a denominarlo “latín Jazz” (Jazz Latino).

Y es a principio de los 70 cuando a esta música de origen caribeño en los Estados Unidos se le denomina por primera vez “salsa”. Es el sello “Fania Records” el que le atribuye este nombre, muchos piensas que con motivos comerciales para englobar en un todo la música de origen caribeño. Precisamente, es este sello discográfico el principal promotor de la salsa en sus comienzos ya que lanza muchos de los primeros cantantes y músicos “salseros”. De hecho, es Fania Records la que graba y lanza la gran mayoría de los discos de salsa en la década de los 70.

Muchos pensaban que este estilo musical era sólo una moda y que pronto desaparecería. Pero todo lo contrario. La salsa se diversifica, evoluciona rápidamente y traspasa fronteras en todo el mundo. Se llega a oír en toda Latinoamérica, llega a Europa e, incluso, a países tan dispares cómo Japón.

El mundo de la salsa en la actualidad ya lo conocemos: posee un status de género musical legítimo y tiene un impacto en la sociedad muy fuerte. Su carácter fresco, desinhibidor y extrovertido hace que se escuche y se baile en todo el mundo, ganando cada día más adeptos.
La salsa ya no es sólo un estilo musical, no es un moda… ¡La salsa es una forma de vida!






Musica Para Todos - El Rumbon